Miseria, hacimiento y delincuencia
La Romana. - Miseria y hacimiento es como se vive desde
hace más de dos décadas al oeste del populoso pueblo de La Romana, el nombrado
barrio “Juan Pablo Duarte” anteriormente conocido como “El Basudero” nombre que cambió gracias a uno de sus
residentes que propuso este cambio en honor al padre de la patria. Actualmente
habitado por un 85% de nacionales haitianos.
Este barrio ubicado a los seis kilómetros del centro de la
ciudad, no recibe muchas atenciones por parte del ayuntamiento municipal de
Villa Hermosa, refleja un cuadro dramático de miseria y condiciones muy
limitadas para sobre existir de manera íntegra.
En un recorrido por su
interior se pueden observar los vertederos improvisados, el 40% las casas
construidas de block, muchas de estas sin terminación; mientras otras son
hechas con materiales reciclados, zinc, maderas,
plásticos... Al igual que los sanitarios, muchos de estos compartidos hasta por
más de cinco familias distintas. Asimismo, son precarios los sistemas eléctricos y
de agua potables que también han partido de la inventiva de sus residentes.
Entre sus habitantes hay personas que se dedican al trabajo
doméstico, pintura, peinados, venta de dulces, albañilería, motoconchos y
algunos a la agricultura. Pese hacer una comunidad pequeña muchos de estos
denuncian los constantes asaltos a mano armada, robos en alguna de las
viviendas y pequeños negocios.
Los residentes del barrio hacen llamados constantes a las
autoridades pertinentes por las diferentes necesidades que se presentan en el
lugar y afirman que muy pocos de estos han sido atendidos.
“Ni las compañías de los servicios de luz y agua nos hacen
caso... menos los policías cuando pedimos que vigilen la zona sabiendo quienes
son y para los políticos solo existimos en campaña” relató Ernesto Faite,
residente del sector desde hace más de quince años.
Existen al menos tres centros docentes, uno de ellos es patrocinado por el gobierno de Taiwan que desde hace varios años tienen en sus aulas a decenas de alumnos la mayoría de nacionalidad haitiana. también varias congregaciones religiosas y al menos unos 4 pequeños comercios de productos de primera necesidad.
Por: Miguel Brito.
NIÑOS DIRIGIÉNDOSE A UNA IGLESIA


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